lunes, 1 de agosto de 2011

TIPOS DE SILOGISMO Y SUS RESPECTIVOS EJEMPLOS...

TIPOS DE SILOGISMO....


EL SILOGISMO COMPUESTO

Silogismo compuesto, en general, es aquel en cuyas premisas figuran una o más proposiciones compuestas. Dejando aparte los varios silogismos formados por proposiciones exponibles, haremos aquí un breve resumen de las dos principales clases: los silogismos condicionales y los disyuntos.
Es natural que en este caso, además de observar las reglas generales del silogismo ya estudiadas, haya que tener en cuenta las concernientes a la verdad de las proposiciones condicionales y disyuntivas, que también hemos expuestos y razonado en su lugar.

EJEMPLO:
Todo estudiante es inteligente.
Todo el que es inteligente trabaja.
Todo el que trabaja se cansa.
Todo el que se cansa debe dormir.
Por tanto, todo estudiante debe dormir.
EL SILOGISMO CONDICIONAL.

Silogismo condicional, es aquel en que la premisa mayor es una proposición condicional y la menor una categórica.

Por ejemplo:

Si Pedro es mayor de edad, puede emanciparse;
Pedro es mayor de edad,
Luego Pedro puede emanciparse.

Recordando la regla de verdad de las proposiciones condicionales, sucederá en este silogismo que de la verdad de la condición se seguirá la del condicionado. Efectivamente, un silogismo condicional no es más que una proposición condicional más desarrollada. En ambas operaciones mentales la conexión entre el antecedente y el consecuente debe ser necesaria. Las conclusiones deben venir por causalidad lógica.
Si bien el silogismo condicional es hipotético, hay que tener en cuenta que, por lo general, sólo es una de sus premisas, siendo la conclusión necesariamente categórica. De hecho, lo más usual es que se construyan silogismos hipotéticos con la intención de obtener conclusiones categóricas.
Cuando el silogismo es hipotético en su totalidad, incluyendo la conclusión, recibe el nombre de hipotético total, como en el siguiente ejemplo:

Si hubiese plena justicia, habría paz;
Es así que, si la política fuese perfecta,
Habría plena justicia,
Luego si la política fuese perfecta, habría paz.

EL SILOGISMO DISYUNTIVO:

El silogismo disyuntivo es el que consta de una premisa mayor disyuntiva.

1). ejemplo:

O hay leyes o hay caos;
Es así que hay leyes,
Luego no hay caos.
Valen aquí las observaciones hechas por el parágrafo anterior, en cuanto a relacionar las reglas del silogismo con la leyes de verdad de las proposiciones hipotéticas. En los silogismos disyuntivos llamados propios, en que los dos miembros de la disyunción no pueden ser ambos verdaderos ni ambos falsos, vale esta ley: DE UNA PREMISA MENOR AFIRMATIVA SE SIGUE UNA CONCLUSIÓN NEGATIVA; DE UNA PREMISA MENOR NEGATIVA SE SIGUE UNA CONCLUSIÓN AFIRMATIVA. La razón de ello es porque el silogismo disyuntivo se basa en la ley de la discrepancia.
El los silogismos condicionales y disyuntivos vale aplicar la doctrina lógica de las proposiciones modales, con los cuatro modelos propios de las hipotéticas. Véase en estos ejemplos:
MODUS PONENDI PONENS: Si reina la ley, reina el orden;
es así que reina la ley,
luego reina el orden.
MODUS PONENDI TOLLENS: Si reina la ley, no impera el caos;
es así que aquí reina la ley,
Luego aquí no impera el caos
MODUS TOLLENDI PONENS: Donde no hay ley hay caos,
es así que aquí hay ley,
luego aquí no hay caos.
MODUS TOLLENDI TOLLENS: Donde no hay ley no hay orden;
es así que en Jauja no hay ley,
luego, en Jauja no hay orden.

2).Ejemplo

Juan puede estar en clase o en la biblioteca.
Juan no está en clase.
Por lo tanto, Juan está en la biblioteca.



FORMAS ESPECIALES DE SILOGISMO

La forma más corriente de expresar el silogismo en esquema lógico es la que acabamos de conocer, es decir, colocando primero las dos premisas para sacar de ellas la conclusión.
Hemos dicho, además, que el razonamiento silogístico es muy común en el discurso y en cualquier operación mental compleja. Como principal muestra de ello aludíamos a las sentencias emanadas de los jueces, susceptibles de esquematizarse en silogismos. En definitiva, la forma silogística se encuentra implícita en todo discurso correcto, hablado o escrito.
Pero a veces puede ocurrir que, al formular un silogismo siguiendo el esquema lógico, lo hagamos, o en forma abreviada omitiendo alguna premisa que se da por sobreentendida, o, al contrario, aumentándolas en número, con el fin de dar mayor fuerza dialéctica a la argumentación. Por esto, esta clase de silogismos suele usarse con mayor frecuencia en los discursos retóricos y , en general, siempre que se desea, además de convencer, impresionar al auditorio o a los lectores.
Esta formas que hemos llamado especiales de silogismo son cuatro (04): Entimema, Epiquerema, Sorites y Dilema.

*ENTIMEMA:


El entimema (enthymema=pensamiento, reflexión) es un silogismo abreviado en que, prescindiendo de una de las premisas, se va directamente a la conclusión. Por ejemplo: Pedro cometió un delito en Venezuela, luego debe ser castigado según la ley Venezolana.
Esta forma de argumentación suele caracterizar los discursos dirigidos a grandes masas, y es empleada en los momentos en que es necesario impresionar. Por esto también suelen utilizarla los oradores políticos y forenses.
El silogismo abreviado es de gran fuerza persuasiva, ya que presenta de un solo trazo todo un conjunto de proposiciones tácitas y evidentes en sí mismas.
En unas ocasiones se omite la premisa menor, como en el ejemplo dado, y en otras la mayor, como lo es el caso del clásico entimema de Descartes: cogito, ergo sum (“pienso, luego existo”).
*EPIQUEREMA

Epiquerema (epicheírema= breve argumentación) es el silogismo en que una o ambas premisas justifican su verdad por medio de una prueba causal. Ejemplo:
Todo término medio es óptimo porque conduce a la virtud;
La Justicia es un término medio,
Luego la justicia es óptima.
Es digno de notar que cada una de las premisas seguidas de prueba causal es, a su vez, convertible en un silogismo completo. Con la primera premisa del ejemplo dado lo haríamos así:
Todo término medio es óptimo;
La Justicia es un término medio,
Luego la justicia es óptima.

Igualmente con la segunda premisa:
Toda Justicia está en un término medio;
Dar a cada uno lo suyo es justicia,
Luego, dar a cada uno lo suyo está en un término medio.

*SORITES

Sorites (soreítes= puesto en montón), también llamado “argumento del montón”, es una argumentación que consta de proposiciones concatenadas de tal manera, que siempre el predicado de la precedente pasa a ser sujeto de la siguiente, hasta formar una conclusión en que el sujeto es el de la primera premisa y el predicado el de la última. Valga el siguiente ejemplo:
La virtud está en el término medio;
El término medio es un equilibrio,
Un equilibrio es una perfección,
Una perfección es un ideal cumplido,
Luego la virtud es un ideal cumplido.
Es característico de este tipo de argumentación que cada una de las premisas puede constituirse en un silogismo completo. Por ejemplo, en la primera premisa:
Toda virtud es un término medio,
El término medio es un equilibrio,
Un equilibrio es una perfección,
Una perfección es un ideal cumplido,
Luego la virtud es un ideal cumplido.
Y en la segunda premisa:
El término medio es un equilibrio;
La virtud es un término medio,
Luego, la virtud es un equilibrio.
Y así en las restantes premisas.
Conviene advertir a propósito del Sorite que, dad su brillantez y artificiosidad, es aconsejable usarlo con mucha parsimonia. Es una argumentación destinada a producir efectos muy especiales en el discurso, y prodigarla en demasiada sería caer en la impertinencia y en la pedantería.

*DILEMA

El dilema (dis= dos veces + lemma= ganancia 0 doble ganancia), es un silogismo hipotético en que la premisa mayor es una proposición disyuntiva, y la menor son dos condicionales, a través de las cuales, de las dos partes de la disyuntiva se deduce la misma conclusión. En consecuencia, el adversario dialéctico, atacado con este silogismo, quedará doblemente vencido por ambas partes algunos casos históricos.
El emperador Trajano publicó un decreto en que se prohibía interrogar a los cristianos, pero se mandaba a condenarlos tan sólo si aparecían ante el tribunal; a cuyo decreto respondió Tertuliano con este dilema:

O son culpables los cristianos o son inocentes;
Si son culpables, ¿Por qué prohíbes interrogarles?
Y si son inocentes, ¿Por qué mandas a condenarlos?
Luego el decreto es injusto.
Cuando el califa Omar hubo tomado la ciudad de Alejandría, mandó a quemar su biblioteca aduciendo el siguiente dilema:
El contenido de esos libros, o está en el Corán o no está;
Si está en el Corán son inútiles, pues el Corán basta;
Y si no está, son nocivos, pues no hay salvación fuera del Corán;
Luego todos esos libros deben ser quemados.
Este silogismo es de gran fuerza dialéctica en la disputa. San Jerónimo lo llamaba syllogismus cornatus (silogismo cornudo), por tener la virtud de atacar por dos puntas, como los cuernos de un toro.
Para que el dilema valga como argumentación, es necesario, que se cumplan dos reglas: 1era., que la disyunción sea perfecta, no permitiendo la introducción de un tercer término; 2da., que la conclusión que se sigue no solamente sea legítima, sino también exclusiva, de tal manera que el argumento no pueda volverse contra el mismo que lo emplea. Así ocurre en este ejemplo:
El juez, o debe condenar a este homicida a 30 años de cárcel o debe absolverlo;
Si hace lo primero, es cruel, y si hace lo segundo, injusto;
Luego, en ambos casos procede mal.
El dilema no concluye nada, porque entre la pena máxima y la absolución hay otros grados de condena.
Célebre es el dilema que pronunció Sócrates antes de morir:
O al morir nos dormimos eternamente; o el alma emigra da un estado más feliz;
Si ocurre lo primero, descansaré eternamente, si ocurre lo segundo, seré eternamente feliz,
Luego, lo mejor es morir.
Erró Sócrates, pues no tuvo en cuenta que cabe pensar otros destinos después de la muerte, como emigrar a estados más infelices, o simplemente dejar de ser.
Para que el dilema sea estrictamente tal, deben existir sólo dos términos de disyunción. Pero cabría la posibilidad de construir trilemas, tretalemas, etc.., aunque estos casos, sumamente raros, no son aconsejables por su artificiosidad.
A menudo en la expresión más corriente se da el nombre de dilema a lo que realmente es una disyuntiva. Conviene evitar esta confusión. La diferencia está en que el dilema no ofrece alternativa, mientras que la disyuntiva, sí. En la disyuntiva hay una “salida” que se puede o debe aceptar. En el dilema, en cambio, amabas “salidas” de la disyuntiva son inaceptables; y en caso de tener que optar necesariamente por una, ambas son igualmente perjudiciales para el sujeto. En la vida práctica, unas veces nos encontramos con dilemas y otras con disyuntivas. Por ejemplo, casarse o no casarse es una disyuntiva, porque en ambos estados hay aspectos aceptables. Pero un parto en el que debe morir la madre o el hijo es un gran dilema, sobre todo si median convicciones morales.

Ejemplo:

Todo felino es mamífero
Todo mamífero es vertebrado
Todo vertebrado es ser vivo
Todo ser vivo es corruptible
Luego, todo felino es corruptible.

2 comentarios:

  1. Gracias, muy buena información. Me sirvió mucho para realizar mi deber de Filosofía. Saludos.

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  2. Si muchas gracias a mi igual em sirvio ❣

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